Márgenes

¿No tienes nada que decir? Está pasando ahí al lado, justo enfrente tuyo, en la pantalla de la televisión, muchas veces. ¿No es motivo suficiente para emitir una sola opinión? ¿No tienes acaso criterio propio? ¿O es que sólo te interesas por la aceleración de partículas, por la técnica, por la manipulación genética? ¿Cómo vas a explicar todo esto a tus hijos? Porque algo tendrás que explicarles, ¿no? ¿O acaso pretendes vivir en esta indefinición permanente? ¿Qué vas a comentar cuando te encuentres con los amigos? ¿Cómo vas a convencer a tus enemigos? Vas por mal camino, amigo, vas por mal camino. Hay barro en tus botas, ya lo sé, pero así estás escribiendo tu propio epitafio. Ya no opinas, amigo, ergo: ya no existes. ¿Es acaso incapacidad, desinterés, malformación congénita? ¿Dónde has pasado los últimos veinte años, amigo? ¿En este entrañable y desagradecido país? ¿En las afueras? ¿En el centro de alguna galaxia? ¿Cómo se llaman las leyes de tu país, amigo? ¿Qué alternativa tienes para luchar contra las injusticias? ¿Cuál es tu poeta preferido? ¿Eres federalista acaso o te adhieres al patriotismo constitucional? ¿Te gusta navegar o eres más bien de tierra adentro? Qué prefieres, amigo, ¿la Tarea del Héroe o el Escudo de Arquiloco? ¿Sísifo o Narciso? Ya va siendo hora de que aclares todo esto, por tu propio bien; no puedes continuar toda la vida en una nube. Todo está contaminado, eso es evidente; pero yo te noto alegre. ¿Qué diablos te está pasando? ¿Has aprendido algo importante y estás ocultándolo? ¿Guardas algún secreto que te vuelve inmortal, inmune al desaliento? ¿Te han visitado los dioses, amigo? ¿Te has vuelto humano?
FUNDAMENTO:
Enorgullécete de tu fracaso,
que sugiere lo limpio de la empresa:
luz que medra en la noche, más espesa
hace la sombra, y más durable acaso.
No quiso Dios que dieras ese paso,
y ya del solo intento bien le pesa;
que tropezaras y cayeras, ésa
es justicia de Dios: no le hagas caso.
¿Por lo que triunfo y lo que logro, ciego,
me nombras y me amas?: yo me niego,
y en ese espejo no me reconozco.
Yo soy el acto de quebrar la esencia:
yo soy el que no soy. Yo no conozco
más modo de virtud que la impotencia.
Agustín García Calvo.
Sonetos teológicos.
6 comentarios
pini -
lárgame las bestias que las venzo, he luchado contra serpientes.
si fuera hombre, sería ulises.
como mujer, no sé.
digo, no sé qué personaje buscarme.
eso sí, que se tome las cosas más en sol fa, pillándose de la risa, por favor.
un bombón de dulce de leche por el final de tus palabras.
como pa´no sentirme halagada...
itn -
andaré boca abajo,
hablare bajo
con desparpajo
donde digas, si encajo,
te seguiré, ... pini.
Mejorare pronto, estábamos muy solos sin ti estos días.
pini -
he pasado cinco días -bien putos, con perdón de la comunidad homosexual, que no tengo nada en contra de la misma, - internada, así que la boda me la he pasado en estado de sueño.
al despertar, emulado a mr. spock -por los estragos del virus-, pude ver algunas breves escenas.
me fijé en los modelitos, los colores de los vestidos.
ríanse españoles, ríanse, que no hay mal que dure 1000 años. (ni cuerpo que lo aguante).
eso sí, la próxima vez que me hagan pagar la fiesta, que me inviten.
ya tendré la cara en orden, y me pondré un sombrero a la altura de la circunstancia.
en buenos aires el día es magnífico, y yo empecé a vivir distinto.
itn dónde iremos ahora a comentar juntos?
itn -
Enrique -
Buenos días, amigo.
Otis B. Driftwood -
Es algo simbiótico, son parásitos del alma, pero parásitos necesarios, porque de ellas extraemos las inquietudes que nos impulsan a seguir viviendo.
Un saludo, amigo.